Ahora sale a la luz pública que la empresa bimbo, fábricante de pan, engañó a sus consumidores haciendoles creer que en sus productos "integrales" utilizaba harina integral y pues resulta que nop... la harina que usa es harina refinada.
Sería conveniente organizarnos y pedir a bimbo reparar los daños y perjuicios:
¿cuánt@s gordit@s tendrán su origen por el consumo de productos bimbo?
¿cuál es el costo de la obesidad y sus complicaciones en los servicios de salud?
¿cuánto aporta bimbo para reparar los daños a la salud de los obesos, diabéticos, cardiópatas, hipertensos, etc?
¿cuál es el costo intangible en la vida social de un gordito?
y muchos interrogantes más.
Y a los dirigentes gubernamentales solicitar que sus políticas de salud estén perfectamente bien definidas para erradicar esos productos nocivos de las tiendas y del alcance de l@s niñ@s; fuera bimbo, sobritas, marinola, papapayaso, etc etc etc.
A continuación el artículo original:
Un engaño, el supuesto “pan integral” de Bimbo: EPC patricia dávila * Grupos de consumidores presentan denuncia pública contra la panificadora México, D.F., 29 de enero (apro).- Una vez que el pasado día 17 se dio la voz de alerta por el problema de la obesidad entre los mexicanos, las quejas ya apuntan a uno de los responsables de este moderno mal que aqueja a la población, la Corporación Bimbo. Este martes la asociación mexicana El Poder del Consumidor (EPC) denunció públicamente a la panificadora, a la que acusa de engañar a los consumidores comercializando productos supuestamente de pan integral, cuando en realidad han sido elaborados con harina refinada. Hace dos semanas el investigador de la UNAM, Rafael Álvarez, reveló que más de 40 millones de mexicanos reportaban sobrepeso, con lo que nuestro país ocupaba ya el segundo lugar en todo el mundo con mayor número de personas obesas, después de Estados Unidos. “La situación de obesidad en este país yo la podría llamar sin exageración alarmante. Sí es importante que haya una conciencia nacional de que la obesidad es tan grave como la desnutrición”, aseguró el investigador. Y los niños mexicanos tampoco escapan a esta estadística: cuatro de cada diez tienen sobrepeso, mal que inicia desde los primeros meses de vida. Por esas razones Alejandro Calvillo, director de EPC, abundó que a los reclamos contra Bimbo se han sumado quejas de la Asociación Peruana de Consumidores y Usuarios y de la Organización de Consumidores y Usuarios de Chile. Una de las recomendaciones comunes para abatir la obesidad en esos países apunta a la modificación de hábitos alimenticios, entre ellos la ingestión de harinas integrales. Sin embargo los productos que se comercializan como “pan integral” en realidad están hechos con base en harina refinada, lo que no sólo representa un engaño al consumidor, sino también “una afrenta a su decisión de llevar una dieta más sana”, comentó Calvillo en conferencia de prensa. Dulce monopolio Grupo Bimbo es una de las empresas panificadoras más grandes del mundo. En nuestro país controla el mercado del pan empaquetado en todos los rubros: pan de caja, en más de 95%; de dulce, 98%, y pastelitos, 99%. Entre las versiones de “pan integral” de esta empresa destacan Pan Integral Bimbo, Pan Integral Wonder y Pan Integral Oroweat. La organización EPC analizó esas tres marcas y encontró que la mayoría de los consumidores lo que leen en el empaque son los mensajes al frente del producto. Sin embargo, en letra más pequeña, en la parte posterior del empaque, la que comúnmente no revisan los consumidores es la lista de ingredientes. En ella se establece como primer y principal ingrediente la “harina de trigo adicionada”, es decir, harina refinada. Con ello la corporación Bimbo ha engañado a los consumidores durante años, refiere EPC, al vulnerar la norma 147 SSA1 1996, que establece claramente la definición de harina integral: “Molienda del grano de cereal que conserva su cáscara y germen”. Elude también la norma 051 SCFI 1994, que establece las especificaciones del etiquetado: “La información debe ser veraz y describirse y presentarse de forma tal que no induzca a error al consumidor respecto de la naturaleza y característica del producto”.
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